Pulpo a la gallega o «a feira»

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Hoy pulpo a la gallega, o como dicen los gallegos, que al fin y al cabo son los creadores de la receta y los que mejor la hacen, pulpo a feira. El valor nutricional es excelente para alimentación baja en hidratos, por cada 100 gramos de producto tiene 89,80 Kcal, 17,9 proteínas, 1,4 de hidratos de carbono y 1,4 de grasas. A nosotros nos gusta mucho, y mi gente más cercana, que siempre me dicen la verdad, me comentan que me sale muy bien, así que, a pesar de que sigo pensando que no le hago nada especial, os paso la receta. Aquí el vídeo de la receta:

Lo primero es el pulpo.

Si lo compras congelado solo hay que esperar a que se descongele a su ritmo en el frigorífico, normalmente de un día a otro. Si lo compras fresco es mejor congelarlo al menos un par de días, éste es uno de los trucos para que salga tierno.

En un recipiente suficientemente grande con agua hirviendo, añado 2 ó 3 hojas de laurel y una cebolla grande cortada por la mitad. Hay quien le pone patatas a la vez que después utilizan para poner en la base del plato. Sinceramente, la cebolla, el laurel o las patatas son opcionales, si queréis hacerlo directamente en el agua, yo alguna vez que no he tenido todos los ingredientes, también lo he hecho y el resultado es bueno. Importante, no echar sal al agua.

Metemos y sacamos el pulpo tres veces para «asustarlo»,  después se dejará dentro del recipiente entre 35 y 45 minutos a fuego fuerte hasta que esté tierno.

Se puede ir pinchando y comprobarlo, pues depende del tamaño necesitará más o menos tiempo. Una vez tierno, se saca, puedes dejarlo reposar 10 minutos para que se enfríe un poco y se corta. Yo suelo cortarlo con las tijeras.

Por último, yo mezclo sal gorda, pimentón dulce y pimentón picante (si te gusta menos picante, echa menos, si te gusta picantito, echa más, yo lo echo a partes iguales), se espolvorea por encima y  le añado aceite de oliva virgen extra.

A disfrutarlo.

Pizza sin harina buenísima, cetogénica, KETO

Receta de pizza sin harina.

Empecemos por una de mis favoritas, una pizza que no lleva harina, sanísima, buenísima, y éso que a mí no me gusta la coliflor. Os dejo un enlace a un vídeo donde se ve el proceso.

Ingredientes:

Una coliflor (cuanto más grande, mayor será la pizza)

150 gramos de queso mozzarella o cualquier otro (mira la etiqueta, si no tiene ningún E-lo que sea, mejor, el queso suele ser leche, cuajo y sal).

Un huevo (nosotros utilizamos ecológicos o camperos, ¿sabes diferenciarlos?, el primer número que aparece en el huevo te dice cómo se han criado, el 0 y el 1 son los mejores).

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Sal

Tomate frito (nosotros lo hacemos casero, tomates buenos, aceite de oliva virgen extra y sal).

Los siguientes ingredientes pueden variar depende del gusto, os indicamos los que utilizamos en esta pizza:

Cebolla, pimiento rojo, gambas, mejillones, salmón ahumado y orégano.

Vamos al lío:

Primero rallamos la coliflor, nosotros usamos la Thermomix.

En un recipiente, mejor una fuente de cristal o porcelana, 8 minutos a máxima potencia en el microondas. Una vez que termine, dejarlo enfriar un poco y escurrir todo el agua que podamos, usando un escurridor o envolviendo la coliflor con un trapo limpio y apretando para que escurra.

Mientras rallamos 150 gramos de queso.

Mezclamos la coliflor, el queso y el huevo

Precalentamos el horno a 180 grados.

Estiramos la masa sobre un papel de horno, lo ponemos en la bandeja y lo metemos al horno durante 20 minutos.

Pasado el tiempo, sacamos la base y añadimos el tomate frito, verduras y todos los ingredientes que deseemos, terminando con el queso y el orégano, nosotros usamos mozzarella, y gratinamos 5 minutos a 180 grados.

Y listo, cortarla y disfrutarla.

Algunos consejos:

Después de hacerla muchas veces, el tema de escurrir bien la coliflor es importante.

Al estirarla darle la forma que os guste, redonda, cuadrada…

El grosor también al gusto, lógicamente cuanto más fina «menos peso aguantará» y se romperá antes, y me refiero al peso de los ingredientes que le pongamos, jejeje.

Normalmente nos la comemos en plan finos con cuchillo y tenedor, pero si la ponéis más gordita se puede consumir con la mano.

A diferencia de la normal de harina, nos sentimos mejor, no acabamos tan hartos ni pesados, y comiendo así, hemos perdido grasa. Además es una forma de comer verduras para los que nos gustan menos, y personas alérgicas a la harina, celíacos o intolerantes es una variable para que puedan consumir pizza.

Deseamos que os guste.

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